Hablando un poco de fe
En el contexto histórico de la humanidad, nos damos cuenta de que los hombres siempre han tenido alguna forma de religión. Para creer en algo. Dios es el sol, la luna, etc. Pero muchas de estas creencias parecen inútiles o extrañas también.
A través de los siglos diversas formas han surgido para atender lo espiritual, que se manifiesta en todas las personas de manera diferente.
Antes de que el cristianismo se vivió en Israel desde la religión judía, considerada una religión monoteísta, porque adoramos a un Dios. Había gente bárbaros paganos que tenían creencias diferentes, o en muchos dioses. Para ellos, en cada caso, o fenómenos de la naturaleza tenía una especie de dios responsable.
Dentro de la religión de los Judios había muchos profetas. Algunos de ellos llegaron a la profecía para el futuro. Dijo que un libertador que gobernaría Israel liberar al pueblo de las manos de sus enemigos y restaurar a Israel que da el estado de una gran nación. Él, por supuesto, no entendía lo que era la clase de reino que Jesús se instalaron. ¿Cuáles serían los reinos de la existencia completamente diferente.
Después de algunos siglos, el cumplimiento de las profecías, Jesús nació en realidad como los profetas habían dicho. Haber nacido de una mujer en situación de pobreza que implica al mundo que su reinado sería diferente. Nació en un establo rodeado de animales y carece de toda apariencia de un niño que más tarde sería el rey. Sin embargo, el anuncio se recibe a través de los cielos, el canto celestial diciendo: Gloria a Dios en las alturas y paz a los hombres de buena voluntad. Donde la tierra y el cielo se regocijó y esperó a que las obras de este muchacho. Se dio cuenta de las maravillas de Dios para la humanidad. El Dios santo y bendito había enviado finalmente a su único hijo para que todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna. Él vino a restaurar la dignidad perdida de la humanidad.
Jesús siendo Dios vino a través del vientre de una mujer, que se ha generado y no el hombre por el Espíritu Santo de Dios. San José se considera sólo el padre adoptivo, que tiene el permiso de paternidad no cuestiona las formas del Señor después de haber entendido lo que se llamó a este chico.
De acuerdo con el relato evangélico, el niño crecía en estatura y en sabiduría. A los doce años ya defendió el reino de Dios entre los profesores y los jefes de la gente en el interior del templo de Jerusalén. Mientras que él estaba más preocupado por las cosas del cielo de las cosas del padre terrenal.
Jesús de Nazaret lleva una vida tranquila y normal, al menos para nosotros, incluso treinta años.
Entonces él comenzó a experimentar el ministerio al cual había sido llamado y enviado por Dios. La vida pública de Jesús comienza. Ahora será visto por sus milagros, prodigios y maravillas. Que será admirado por sus enseñanzas, el ejercicio del poder sobre los demonios, los fenómenos de la naturaleza, la multiplicación de los panes y, especialmente, el amor infinito que transmite la humanidad (pecado). Ofreciendo el perdón total a cualquier pecador. Dios, en Jesús, liberó a todos los que estarían libres de la esclavitud del pecado, dándoles completa paz y alegría.
Jesús tocar a alguien en el cuerpo o el alma lo transformó para siempre. Incluso si no quiere uno o una que ha sido tocado, será el mismo. Jesús es el poder de la salvación, el tesoro oculto descubierto y que se encuentra el mayor tesoro, la salvación eterna. Dai, a continuación, sólo luchar y nunca perder de vista de nosotros y tomar.
Él nació en un pesebre es considerado el Rey de Reyes y Señor de señores. Tal es la gloria de nuestro Dios.
Este Jesús que conocemos, pasó por los mayores sufrimientos para dar mayor prueba de amor. En el nombre y la salvación de los hombres, Jesús ofreció su vida como su vida el padre quemado, muriendo en la cruz y entregarse totalmente en las manos de los asesinos que a través de esta muerte también podría crucificado, clavado en la cruz el pecado que condenó a la humanidad a el infierno.
Y así sucedió. Parecía haber terminado todas las esperanzas de quienes lo acompañaron durante sus años de vida pública. ¿Dónde está nuestro Dios? Parecía no tener respuesta. Sólo el corazón sumergido en un mar de oscuridad y ausencia de luz. Por un corto tiempo. Después de tres días, sin embargo, que Jesús resucitó de entre los muertos y ahora vive para siempre. La muerte no puede sostener el gran hijo de Dios. Él es el Señor, él es nuestro Dios.
Escrito por Cruz Valdeni
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